miércoles, 20 de mayo de 2015

119.- UN GRITO DE SOCORRO:”NOS ESTAMOS MURIENDO”

UN GRITO DE SOCORRO:”NOS ESTAMOS MURIENDO”

Este es el grito lanzado por el padre Douglas Bazi en España.

¿Quién es el padre Douglas Bazi? Es el párroco de la Parroquia de San Elías, Erbil, en el Kurdistán iraquí. Su día a día consiste en trabajar en el “centro” (léase campamento) de refugiados que han huido de los terroristas del Estado Islámico; les proporciona alojamiento, comida y abrigo.
Busca trabajo a los mayores e instruye a los pequeños en el aula de formación tratando que olviden los horrores vividos y tengan esperanza en un futuro mejor. Hacemos, dice, lo que hacía Jesús: curar; es decir, cuidarlos y ofrecerles la formación y las habilidades necesarias para salir adelante. Los niños y adolescentes son el futuro, procuramos mantenerlos ocupados y aprendiendo.
Trabaja desde las 8:00 a las 14:00 horas en la escuela social y desde las 15:00 a las 22:00 horas en la iglesia.

¿Por qué ha venido a España? Ha sido invitado por Ayuda a la Iglesia Necesitada para dar su testimonio y contar lo que sucede en su país. Sólo quiere que su voz sea escuchada, decir que su pueblo está muriendo.
El padre Douglas ama a su país, por eso sigue allí. Podría vivir cómodamente fuera, pero no es esa la vida que quiere porque es imposible salir con toda su gente. En esta V Jornada de Libertad Religiosa, ha recibido, en nombre de los cristianos perseguidos de Irak, el Premio a la Defensa de la Libertad Religiosa 2015, junto a Mireille Al Farah, que lo recibió en nombre de los cristianos de Siria.

La persecución de los cristianos por el Estado Islámico (EI)
Es horroroso constatar que, en este instante, hay 38 millones de personas en el mundo que están huyendo por mantenerse fieles a su fe. Y cada año son más en diversos países implicados. Sólo en Irak, el año pasado, 2,2 millones se vieron forzadas a abandonar sus hogares.
En Oriente Medio los musulmanes, sunitas y chiitas, no luchan por el petroleo sino por el territorio. Los cristianos están en medio pagando las consecuencias.
La Iglesia de Irak es una Iglesia de sangre, sangre de mártires. El Estado Islámico les ofrece tres opciones: convertirse al Islam, pagar o morir.
Una noche recibimos más de 120.000 personas que fueron obligadas a dejar sus hogares por la llegada de los yihadistas del Estado Islámico”.

La persecución del padre Douglas Bazi por los yihadistas del EI:
Le lanzaron cinco morteros mientras celebraba la Misa.
La dinamitaron la iglesia.
Le pegaron dos tiros en una pierna.
Intentaron matarlo dos veces con sendas bombas.
Y finalmente lo secuestraron cuando, después de celebrar la Misa, iba a la casa de unos amigos. Le metieron en el maletero de un coche, le vendaron los ojos,le amenazaron con dispararlo si veía a los secuestradores y le llevaron a una casa donde:
Estuvo nueve días sin comida y cuatro sin agua.
Le rompieron varias costillas.
Le reventaron la boca y la nariz con un martillo.
Le pusieron cadenas y grilletes.

El padre Douglas cuenta ahora que:
Pensó “este es mi fin, me van a matar”. Y añade: “Bien mirado, morir por Cristo no es una mala manera de morir”.
Su único consuelo era rezar el rosario; los rosarios más bonitos de su vida fueron los que rezó con los eslabones de la cadena con la que le tenían encadenado los secuestradores.
No le sorprendió el secuestro, lo que le sorprendió fue sobrevivir.

Perdón, esperanza, fe y alegría
Tras este atroz martirio, el padre Douglas no alberga ningún sentimiento de venganza, ni de odio. Trabaja intensamente, sobre todo con los niños y adolescentes para que brote en ellos la esperanza.
El objetivo no es ser como los yihadistas sino, a pesar de ellos, ser cristianos esperanzados que viven el mensaje del pendón que enseñó Cristo. Este perdón y esta esperanza les lleva a la verdadera y única fraternidad llena de alegría. Los cristianos no tenemos derecho a estar tristes.
Decía San Pablo: "¡Gaudete in Domino, iterum dico, gaudete!" (¡Alegraos en el Señor, de nuevo os lo digo, alegraos!")
Las dificultades sólo son piedras que sobresalen en nuestro camino; miradas con fe, se convierten en apoyos para cruzar el arroyo.

El padre Douglas pide ayuda internacional
Ante una situación tan dramática de los cristianos iraquíes es imprescindible la ayuda internacional.
Nadie puede vivir eternamente en una caravana ni familias enteras en habitaciones de pocos metros”.
No queremos irnos, estamos orgullosos de ser iraquíes y de nuestra fe, aunque Irak no esté orgulloso de que seamos parte del país”.
Mi gente está decepcionada y se pregunta si Occidente es consciente de la situación”.
Los cristianos del mundo debemos cooperar con nuestra oración y los medios económicos según las posibilidades personales.

¿Es Occidente consciente de la situación provocada por el Estado Islámico?
No es exacto que Occidente tenga en el olvido la situación provocada por el Estado Islámico en Oriente Medio ni que le sea indiferente. Lo exacto es admitir que los gobernantes occidentales no ponen los medios necesarios para cambiar el signo de las situación.
La mala política de los gobiernos y la complicidad de muchos medios de comunicación que ignoran y callan tantos despropósitos, son las imperantes por el momento. ¡Ojalá que, unos y otros, no tengan que arrepentirse cuando el yihadismo islámico cruce, en tropel, las fronteras de Occidente!
Todos los gobiernos de occidente y la gente de las naciones deben despertar ya. De no hacerlo, el yihadismo islámico llegará a nuestros lares. Ya tienen las condiciones para establecerse. Me horroriza pensar que nuestros hijos y nietos puedan tener este peligro: Sufrir por el Islam o ser Islam.
El futuro no es otro: Ser víctimas o ser terroristas.
Occidente debe actuar. Mañana puede ser tarde. (1)

¿Y cómo se puede mantener la alegría ante estas circunstancias?
Para un cristiano, ninguna circunstancia es contraria a Dios. Nosotros vivimos en nuestras propias carnes lo que decía San Pablo a los Romanos: “¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada? En todo esto vencemos fácilmente por Aquel que nos ha amado.”
No somos cristianos sólo para los días buenos, ni somos cristianos sólo para pedir lo que necesitamos. Somos cristianos porque hemos conocido el amor de Dios y hemos creído en él. Sólo la presencia de su amor entre nosotros basta para llenar nuestra vida de sentido y de alegría.

(1) Enlaces que pueden interesar:


Europa camina hacia en Islam


Los inmigrantes musulmanes en Europa


El salsafismo en Europa

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