El hijo pródigo |
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO
“Un
hombre tenía dos hijos, y dijo el más joven al padre: Padre, dame
la parte de hacienda que me corresponde. Les dividió la hacienda y,
pasados pocos días, el más joven, reuniéndolo todo, partió a
tierras lejanas y allí disipó toda su hacienda viviendo
disolutamente.
Después
de haberlo gastado todo, sobrevino una gran hambre en aquella tierra
y comenzó a sentir necesidad. Se puso a servir a un ciudadano que le
mandó a cuidar puercos. Deseaba llenar su estómago con las
algarrobas que comían los puercos, y no le era permitido.