Biblia |
Cada uno de los libros bíblicos está dividido en capítulos y estos a su vez en versículos. Los capítulos son porciones más o menos extensas y no iguales de los libros; mientras que los versículos son pequeños trozos, de dos o tres líneas de los mismos capítulos.
Gracias a este sistema de capítulos y versículos es muy fácil
encontrar exactamente una frase cualquiera en muy poco tiempo dentro de la
multitud de páginas que contiene la Biblia. Pero cuando los autores sagrados los
escribieron, no los dividieron así.
división de la
ley y los profetas en secciones
Fueron los judíos
quienes, al reunirse los sábados en las sinagogas comenzaron a dividir en
secciones la Ley
y los Profetas, a fin de poder organizar la lectura continuada; nació así la
primera división de la Biblia ,
en este caso del Antiguo Testamento, que sería de tipo "litúrgica"
puesto que era empleada en las celebraciones de culto. Como los judíos
procuraban leer toda la Ley
en el transcurso de un año, la dividieron en 54 secciones llamadas
"perashiyyot" (= divisiones). Estas separaciones estaban señaladas en
el margen de los manuscritos, con la letra "p".
Los libros de los Profetas
no fueron divididos enteros en "perashiyyot", como la Ley , sino que se seleccionaron
de ellos 54 trozos, llamados "haftarot" (= despedidas), porque con su
lectura se cerraba en las funciones litúrgicas la lectura de la Biblia.
El evangelio de san
Lucas (4,16-19) cuenta que en cierta oportunidad Jesús fue de visita a su
pueblo natal, Nazaret, en donde se había criado, y cuando llegó el sábado
concurrió puntualmente a la sinagoga a participar del oficio como todo buen
judío. Y estando allí lo invitaron a hacer la lectura de los Profetas. Entonces
él pasó al frente, tomó el rollo y leyó la "haftarah" que tocaba
aquel día, es decir, la sección de los Profetas correspondiente a ese sábado.
Lucas nos informa que pertenecía al profeta Isaías, y que era el párrafo que
actualmente ha quedado formando parte del capítulo 61 según nuestro moderno
sistema de división.
LA IGLESIA PRIMITIVA
Los primeros
cristianos comenzaron a reunirse semanalmente para leer los libros sagrados. Resolvieron
dividir también los rollos del Nuevo Testamento en secciones o capítulos para
que pudieran ser cómodamente leídos en la celebración de la eucaristía. Nos han
llegado hasta nosotros algunos manuscritos antiguos, del siglo V, en donde
aparecen estas primeras tentativas de divisiones bíblicas. Y por ellos sabemos,
por ejemplo, que en aquella clasificación Mt tenía 68 capítulos, Mc 48, Lc
83 y Jn 18.
Con este
fraccionamiento de los textos de la
Biblia se había logrado no sólo una mejor organización en la
liturgia, y una celebración de la palabra más sistemática, sino que también
servía para un estudio mejor de la Sagrada Escritura , ya que facilitaba enormemente
el encontrar ciertas secciones, perícopas o frases que normalmente hubieran
llevado mucho tiempo hallarlas en el intrincado volumen.
LA DIVISIÓN EN
CAPÍTULOS DE ESTEBAN LANGTON
Con el correr de
los siglos ya no bastaban estas divisiones litúrgicas, sino que hacía falta
otra más precisa, donde se pudiera seguir un esquema o descubrir alguna
estructura en cada libro. Además se imponía una división de todos los libros de
la Biblia , y
no sólo los que eran leídos en las asambleas litúrgicas.
El mérito de haber
emprendido esta división de toda la
Biblia en capítulos tal cual la tenemos actualmente
correspondió a Esteban Langton, futuro arzobispo de Canterbury (Inglaterra). En
1220, antes de que fuera consagrado como tal, mientras era profesor de la Sorbona , en París, decidió hacer una división en capítulos,
más o menos iguales. Su éxito fue tan resonante que la adoptaron todos los
doctores de la Universidad
de París, con lo que quedó consagrado su valor ante la Iglesia.
Langton realizó su
división sobre la Vulgata ,
que fue luego copiada sobre el texto hebreo, y más tarde a la versión griega
llamada de los Setenta. Cuando en 1228 murió Esteban Langton, los libreros de
París ya habían divulgado su creación en una nueva versión latina que acababan
de editar, llamada "Biblia parisiense", la primera Biblia con
capítulos de la historia.
Fue tan grande la aceptación que tuvo la minuciosa obra del futuro
arzobispo, que la admitieron inclusive los mismos judíos para su Biblia hebrea.
En efecto, en 1525 Jacob ben Jayim publicó una Biblia rabínica en Venecia, que
contenía los capítulos de Langton. Desde entonces el texto hebreo ha heredado
esta misma clasificación.
DIVISIÓN EN VERSÍCULOS DE PAGNINI Y STEFANO
Pero esta división
en capítulos no fue suficiente, era necesario todavía subdividirlos en partes
más pequeñas con numeraciones propias, a fin de ubicar con mayor rapidez y
exactitud las frases y palabras deseadas.
Uno de los primeros
intentos fue el del dominico italiano Santos Pagnini, el cual en 1528 publicó en Lyon una
Biblia subdividida en frases más cortas, que tenían un sentido más o menos
completo: los actuales versículos.
Sin embargo no le
correspondería a él la gloria de ser el autor de nuestro actual sistema de
clasificación de versículos, sino a Roberto Stefano. Éste aceptó, para los
libros del Antiguo Testamento, la división hecha por Santos Pagnini, y resolvió
adoptarla con pequeños retoques. Pero curiosamente el dominico no había puesto
versículos a los 7 libros deuterocanónicos (es decir, a los libros de Tobías,
Judit, 1 y 2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc), por lo cual Stefano
tuvo que completar esta labor.
Stefano publicó
primero el Nuevo Testamento en 1551, y luego la Biblia completa en 1555. Y
fue él el organizador y divulgador del uso de versículos en toda la Biblia , sistema éste que
con el tiempo se impondría en el mundo entero. Los números de los versículos no
figuraban en el texto bíblico, sino al margen.
Teodoro de Beza, en 1565, puso los números de los versículos en el interior del texto, lo que permite encontrar fácilmente un pasaje cualquiera de la Biblia. Basta con tener la referencia, por ej.: Gen 4, 5-10 significa: libro del Génesis, capítulo 4, versículos del 5 al 10. En todas las Biblias hay un índice de abreviaturas de todos los libros que componen la Biblia.
Teodoro de Beza, en 1565, puso los números de los versículos en el interior del texto, lo que permite encontrar fácilmente un pasaje cualquiera de la Biblia. Basta con tener la referencia, por ej.: Gen 4, 5-10 significa: libro del Génesis, capítulo 4, versículos del 5 al 10. En todas las Biblias hay un índice de abreviaturas de todos los libros que componen la Biblia.
Esta división, al
igual que la anterior en capítulos, también fue hecha sobre un texto latino de la Biblia. Sólo en 1572
se publicó la primera Biblia hebrea con los versículos.
Finalmente el papa
Clemente VIII hizo publicar una nueva versión de la Biblia en latín para uso
oficial de la Iglesia. La
obra vio la luz el 9
de noviembre de 15 92, y fue la primera edición de la Iglesia Católica
que apareció con la ya definitiva división de capítulos y versículos.
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