3
DE JUNIO
Sagrado Corazón de Jesús |
La
fiesta del Sagrado Corazón de Jesús es una fiesta variable (1),
este año 2016 la celebramos el 3 de Junio.
El
amor de Dios
y el amor a Dios
El
amor entre Dios y los seres humanos tiene una doble
manifestación: una descendente que
expresa el amor de Dios al hombre y otra
ascendente que expresa el amor del hombre a Dios.
Dios
puede ser considerado en la totalidad de las tres personas divinas o
en la particularidad de cada una de estas personas y de cada uno de
sus atributos o perfecciones: la santidad, la misericordia, la
omnipotencia, la sabiduría, etc.
Un
matiz importantísimo
El
amor de Dios al hombre no es un amor abstracto, sino un
amor personalizado; esto quiere decir que Dios no ama a las
personas en general sino que ama a cada persona en particular, con
sus circunstancias concretas, cualesquiera que éstas sean, de virtud
o de vicio, de riqueza o de pobreza, de salud o de enfermedad, de
alegría o de abatimiento. La persona concreta, tal cual es, vale
mucho para Dios.
¿En
qué consiste la devoción al Sagrado Corazón de Jesús?
La
devoción a Jesucristo puede contemplarse en la particularidad de uno
u otro de sus misterios, pero
siempre va dirigida a la totalidad de la persona de Cristo. La
devoción puede tener un objeto especial, propio, inmediato,(rostro,
corazón, cruz, clavos, etc. todas las partes de la humanidad de
Jesús merecen adoración por su unión con la divina persona del
Verbo), pero la devoción debe terminar siempre en la persona de
Cristo. La devoción a Jesucristo es una manifestación
ascendente del amor que consiste en honrar y servir al
Verbo encarnado, al Hijo de Dios, que se hizo hombre en las entrañas
de María.
Con
esta devoción ascendente del ser humano a Cristo correspondemos al
aspecto descendente del amor de Cristo al ser humano. Es la devoción
a la persona de Jesús bajo el aspecto del amor que nos ha
manifestado.
Honramos
al Cristo total bajo un símbolo especial e inmediato: su
corazón de carne. No honramos el corazón de carne
separado de la naturaleza humana de Jesús, ni de la persona del
Verbo eterno a quien esta naturaleza humana está unida.
La
devoción al Sagrado Corazón de Jesús remite a la persona de
Cristo, Dios y hombre verdadero que nos manifiesta su amor y nos lo
ofrece bajo el símbolo de su corazón de carne.
La
devoción al Sagrado Corazón de Jesús hunde sus raíces en la
Sagrada Escritura
Los
aspectos descendente y el ascendente están presentes en la Sagrada
Escritura.
Aspecto
descendente:
He
aquí algunos textos que manifiestan el amor de Dios al hombre
“El
Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn
1,14). La Encarnación es el Amor de Dios manifestado y entregado a
la humanidad en la persona de Jesús. Así lo canta la Iglesia en el
Prefacio de Navidad: “Por
el misterio del Verbo Encarnado una nueva luz de tu claridad iluminó
los ojos de nuestra mente”.
Esa nueva luz es la revelación del amor divino al mundo en la
persona de Cristo.
El
Buen Pastor que conoce a cada una de sus ovejas es figura
de Jesús:
“Yo
soy el buen pastor y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a
mí” (Jn
10,14) “Mis
ovejas oyen mi voz... y me siguen” (Jn
10,27)
Se
preocupa de cada una de ellas:
“Quién
habrá entre vosotros que, teniendo cien ovejas y habiendo
perdido una de
ellas, no deje las noventa y nueve en el desierto y vaya en busca de
la perdida hasta que la halle? Y una vez hallada, la pone alegre
sobre sus hombros y, vuelto a casa, convoca a los amigos y vecinos,
diciéndoles: Alegraos conmigo porque he hallado la oveja perdida. Yo
os digo que en el cielo será mayor la alegría por un pecador
arrepentido que por noventa y nueve justos que no necesitan
penitencia”(Lc 15, 3-7)
El
padre del hijo pródigo se alegra al volver su hijo menor
y, ante el disgusto del mayor dice al hijo mayor: “Hijo, tú
estás siempre conmigo, todos mis bienes son tuyos; mas era
preciso hacer
fiesta y alegrarse, porque tu hermano estaba muerto y
ha vuelto a la vida, se había perdido y ha sido hallado” (Lc
15,31-32)
Jesús
nos da un espíritu nuevo: “Os daré un corazón nuevo y
pondré en vosotros un espíritu nuevo; os arrancaré el corazón de
piedra y os daré un corazón de carne” (Ez 36,26)
En
virtud de este “espíritu de adopción clamamos: ¡Abba!,
¡Padre!” (Rom 8,15).
Jesús
se da completamente, hasta entregar la propia vida: “No hay
amor más grande que dar la vida” (Jn 15,13). “Habiendo
amado a los suyos que estaban en el mundo, los
amó hasta el fin” (Jn 13,1)
Aspecto
ascendente
La
devoción al Sagrado Corazón está implícita o en germen, en varios
textos. Amar al Sagrado Corazón de Jesús es corresponder al amor
que Él me tiene; siempre consciente de que será como una gota
frente al mar océano. Mi amor debe ser “de
corazón”, para no oír el reproche: “Este
pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de
mí” (Mt 15,8)
“Por
los frutos los conoceréis” (M7,20)
Cuando
los fariseos preguntaron a Jesús ¿cuál es el primer mandamiento?,
les respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu
corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus
fuerzas” (Mc 12,30).
La
palabra todo indica que el amor a Dios debe ser con toda la persona,
y manifestarse, sin reservas, en todas las circunstancias de la vida.
“Vosotros
sois mis amigos, si hacéis lo que os mando”(Jn
15,14)
“Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Jn
7,37)
“Venid
a mí todos los que esteis cansados o atribulados y Yo os
consolaré” (Mt 11,28)
Las
palabras bíblicas, como toda semilla, deben desarrollarse bajo la
luz del Espíritu Santo. “Cuando venga el Espíritu de
verdad, os guiará hacia la verdad completa” (Jn 16,13).
Lo implícito pasa e ser explícito.
¿Cómo
se desarrollan las verdades que en la Biblia están como semillas?
El
depósito de la fe fue sellado con la muerte del último apóstol;
después, ningún escrito puede admitirse como inspirado.
El
Espíritu Santo mueve y guía a la Iglesia para lograr definiciones
más explícitas de lo que en la Biblia es conocido sólo de manera
implícita, tanto referido a los dogmas como a las devociones.
A
través de los siglos, han surgido devociones que la Iglesia,
aprovechando los signos de los tiempos, ha admitido, confirmado y
hecho suyas con su autoridad soberana (2). Esto ha pasado con
diversas devociones, también con la del Sagrado Corazón de Jesús.
La
aprobación de la Iglesia
En
1765, fue aprobada por el Papa Clemente
XIII la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, aunque
limitada a Polonia y Roma.
Pío
IX en 1856, extendió esta fiesta a toda las Iglesia.
León
XIII, el 11 de Junio de 1899, consagró el mundo al
Sagrado Corazón de Jesús. Escribió la encíclica Annum
Sacrum sobre el Corazón der Jesús.
Pío
XI escribió la Miserentissimus Redemptor y Pío
XII escribió la Haurietis
aquas desarrollando el culto al Sagrado Corazón de Jesús.
Extensión
de la devoción
Ya
los Santos Padres de los primeros siglos de la Iglesia hablaron del
Corazón de Cristo, como símbolo de su amor.
En
la Edad Media diversos santos y santas consideraron al
Corazón de Cristo modelo de nuestro amor, paciente con nuestros
pecados y al que debemos reparar entregándole nuestro corazón
(Santas Lutgarda, Matilde, Gertrudis la Grande, Margarita de Cortona,
Angela de Foligno, San Buenaventura, etc).
En
el siglo XVII la devoción estaba muy extendida. San Juan
Eudes, en 1670, introdujo la primera fiesta pública del Sagrado
Corazón de Jesús.
Las
fuentes más importante para desarrollar los gérmenes bíblicos de
esta devoción son las revelaciones de Jesús, en 1673, a la
religiosa Santa Margarita María de
Alacoque (3).
Otros
muchos han contribuído a la difusión de esta devoción:
San
Claudio de la Colombière, confesor de Santa Margarita;
los jesuitas Juan Croisset y José
de Gallifet mediante
sus libros; el padre Mateo Crawley,
SS.CC., que fundó la Entronización (4) del
Sagrado Corazón en los hogares.
El
jesuita Francisco Javier Gautrelet fundó
en 1844 la organización denominada Apostolado de la
Oración que, en palabras del Papa San Juan Pablo II “se
ha distinguido por su empeño en difundir la devoción y la
espiritualidad del Corazón del Redentor”.
En
1861 nace en Francia la revista El Mensajero, dedicada
a promover la devoción al Corazón de Jesús.
El
Beato León Dehon(5) que promovió la oración al
Sagrado Corazón de Jesús bajo el aspecto de “reparación” y
fundó la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de
Jesús. Son muchas las Congregaciones religiosas nacidas al amparo de esta devoción.
España
y el Sagrado Corazón de Jesús
La
devoción y el culto al Sagrado Corazón de Jesús llegan
a España a través de los jesuitas.
En
1727, el rey Felipe V pide al
Papa Benedicto XIII “Misa y Oficio propio del Sagrado
Corazón de Jesús para todos sus reinos y dominios”.
En
1733, el jesuita Bernardo de Hoyos recibió
de Jesús la promesa: ”Reinaré en España y con más
veneración que en otras partes”.
Carlos
María de los Dolores de Borbón y Austria-Este (aspirante
al trono de España con el nombre de CarlosVII) incorporó el Sagrado
Corazón al escudo de España. Este escudo fue utilizado por los
carlistas durante la Guerra Civil de 1936.
El
30 de Mayo de 1919 el rey Alfonso
XIII leyó el texto de la Consagración
de España al Sagrado Corazón de Jesús. El acto se
realizó en el Cerro de los Ángeles de Madrid, centro geográfico de
la península ibérica.
Dos
manifestaciones de devoción al Sagrado Corazón de Jesús es fijar
su imagen en la puerta de entrada de la casa y poner su imagen
sedente en el salón principal para que sea honrado por todos los
miembros de la familia.
Hispanoamérica
y el Sagrado Corazón de Jesús
Fueron
los jesuitas los que llevaron la devoción. He aquí los doce
primeros países consagrados al Corazón de Jesús:
Ecuador
1873.
El
Salvador 1875
Guatemala
1895
Venezuela
1900
Colombia
en 1902
España
1919
Nicaragua
1920
Polonia
1920
Costa
Rica 1921
Brasil
1922
Bolivia
1825
Chile 1946
(1)
Se celebra el Viernes siguiente al segundo domingo de Pentecostés.
(2) “El
que a vosotros oye, a mí me oye; el que a vosotros desprecia, a mí
me desprecia” (Lc 10,16) “Te daré las llaves
del reino de los cielos, y cuanto atares en la tierra será atado en
los cielos y cuanto desatares en la tierra será desatado en los
cielos” (Mt 16,19)
(3)
Fue enriquecida con muchas visiones (durante dos años todos los
primeros viernes de mes) y con diversas revelaciones de Jesucristo.
(4)
La entronización es una cruzada para establecer el Reinado del
Sagrado Corazón de Jesús en la sociedad por medio de la familia.
(5)
El beato León Dehon, en 1877, cumpliendo su anhelo de “amor y
reparación” fundó los Oblatos del Corazón de Jesús, cuyo nombre
fue cambiado a “Sacerdotes del Corazón de Jesús”, (también se
les llama “Dehonianos” y “Reparadores”. Su más alta
aspiración es el reinado del Corazón de Jesús en las almas y en la
sociedad.
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