1.- CARÁCTER DIDÁCTICO DE LOS CAPÍTULOS
Los hebreos, como los hombres de todos los tiempos y culturas, se plantearon los grandes interrogantes: ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Por qué existe la maldad en el mundo? ¿Por qué el dolor y la muerte?
En estos primeros capítulos del Génesis se nos ofrece una interpretación a través de unos relatos de carácter aparentemente narrativo.
No se puede pedir a estos relatos que nos den una información histórica.
Fundamentalmente se trata de una comunicación de verdades religiosas y la narración de
unos hechos. Si las verdades son ciertas, presuponen hechos que son reales,
aunque no sea posible perfilar su contorno bajo el ropaje mítico empleado,
conforme a la mentalidad y el ambiente de este tiempo.Los hebreos, como los hombres de todos los tiempos y culturas, se plantearon los grandes interrogantes: ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Por qué existe la maldad en el mundo? ¿Por qué el dolor y la muerte?
En estos primeros capítulos del Génesis se nos ofrece una interpretación a través de unos relatos de carácter aparentemente narrativo.
No se puede pedir a estos relatos que nos den una información histórica.
La respuesta a las preguntas
la encontramos en unos relatos que se remontan al origen de la humanidad y que
indican cual ha sido desde siempre la condición humana: orgullo, envidia, ira.
2.- TRADICIONES
Le respuesta no es unívoca
ni corresponde a un solo escritor o a escritores de la misma época. Responde a
momentos y situaciones diferentes. Concretamente, son dos las tradiciones,
Yavista y Sacerdotal, que se entrecruzan en estos once capítulos.
3.- LOS RELATOS
3.1.- LA CREACIÓN (Gn 1 – 2,4)
El Génesis nos ofrece dos relatos
de la creación: El primero pertenece a la “tradición sacerdotal” y hay que
situarlo en el siglo VI a.C., cuando el pueblo judío está en el destierro de
Babilonia, circunstancia que motiva la composición de este pasaje.
Unos sacerdotes, guardianes
de la ortodoxia religiosa, tratan de restaurar la confianza de los israelitas
desterrados, mostrándoles que, a pesar de las apariencias, Dios es el Señor de la Historia.
Esta verdad se plasma en un
grandioso relato que pone cada cosa en su lugar dentro del cuadro ordenado de
la semana, en una ascensión progresiva hasta culminar en la celebración del
sábado, el día séptimo.
Este relato no tiene un
sentido cronológico, sino didáctico-religioso para inculcar que Dios es el
Creador de todas las cosas, que todo lo hecho por Dios es bueno, que el hombre
es la cima de la creación y que el hombre, a imitación de Dios, debe santificar
el sábado con el descanso.
3.2.- CREACIÓN Y PECADO (2,4 –
3,24)
Este es el segundo relato de
la creación. Compuesto sobre la mitad del siglo X a.C., por unos sabios de la
corte de Salomón, que, cuando el pueblo
de Israel ha superado ya su vida nómada, reflexionan sobre los grandes enigmas
de la vida: la existencia, el dolor, el mal…
Al contrario que el relato anterior,
éste tiene un estilo vivo y lleno de colorido, sirviéndose de mitos o símbolos,
que en muchos casos están tomados de las culturas circundantes, aunque
purificándolas de su carácter politeísta.
No se trata, por tanto, de
relatos históricos, pero no dejan de ser relatos verdaderos en cuanto a estas
verdades que encierran, bajo la imagen o el símbolo:.
* Dios es el Señor de la vida, toda vida viene de él.
* El hombre es el ser privilegiado de la creación, está por encima de los
demás, les pone el nombre (Gn 2,20). El hombre no es un ser individual , es un
binomio formado por varón+mujer, ambos poseen una naturaleza común, representada
en el símbolo de la “costilla”.
* Adán y Eva no son nombres propios sino comunes. En hebreo “adán es “el
hombre” y “eva” es “la vida”.
* Intervención de la serpiente, animal significativo en las mitologías
egipcias, cananeas y sumerias. Con su presencia el autor quiere dejar claro que
el pecado no está en el interior del hombre, sino que ha venido por instigación
exterior. No obstante, el hombre es responsable de sus actos.
* El árbol de la ciencia del bien y del mal. Comer de él es no
conformarse con ser hombre y querer ser
Dios.
* El pecado de la humanidad. Si “adán” equivale a humanidad, el pecado de
“adán” es el pecado de la humanidad.
* Este relato de cosas pasadas pretende explicar una situación presente.
La existencia del mal, del pecado en el hombre, hace que el hombre se
interrogue sobre su origen. Los sabios de la corte de Salomón respondieron que
el pecado del hombre fue no mantenerse en su condición de criatura y querer
usurpar la condición de Dios.
3.3.- CAÍN Y ABEL (4,1-14)
Caín
y Abel representan los dos géneros de vida primitivos conocidos entre los
hebreos. Ambos rinden culto al Creador ofreciendo, cada uno, lo que recibe,
frutos de la tierra o lo mejor de sus ganados.
Frente a la vida tranquila y
sedentaria del pueblo de Israel están los nómadas que viven en tiendas al sur
de Judá; unos gozan de la bendición divina y otros están condenados a una vida
errante.
¿Por qué? Por la maldición
de Dios sobre Caín, cabeza del pueblo nómada, por haber matado a su hermano.
Este episodio, en el conjunto
del relato sobre los orígenes de las humanidad, adquiere un alcance general: Antes,
el “hombre” se reveló contra Dios, ahora el hombre se revela contra el hombre y
Dios maldice al agresor, porque quien agrede al hermano agrede a Dios.
Este episodio reafirma la condición fraterna de los seres humanos y
la necesidad absoluta de aceptar las diferencias si quieren vivir en paz.
3.4.- EL DILUVIO (6,5 a 9, 1-17)
La leyenda del diluvio aparece
en las narraciones babilónicas y, sin duda, hace referencia a las inundaciones
catastróficas de los ríos Eúfrates y Tigris, aumentadas en el relato hasta
darles carácter de cataclismo universal.
En el relato están presentes
las dos tradiciones, con sus características propias entrelazadas, incluso con
datos contradictorios, como el número de animales: una pareja por especie
en Gn 6,20 y siete parejas en Gn 7,2-3.
El relato tiene una clara intención
didáctico-religiosa que quiere dejar
claras unas cuantas ideas:
* La universalidad del pecado. Y la excepción a la misma.
* Dios castiga, pero no destruye.
* El bien se sobrepone al mal.
* Para el pueblo judío el destierro es como un diluvio purificador.
Dios
le castiga, pero no le abandona, habrá una nueva Alianza.
3.5.- LA TORRE DE BABEL (11,1-9)
Podemos preguntarnos, ¿Cómo
es posible la diversidad de lenguas si la humanidad ha tenido un único origen?
El autor sagrado resuelve el
misterio afirmando que el pecado es la causa de la división y de la separación.
El primer pecado llevó al hombre a la separación de Dios, el nuevo pecado de
orgullo lleva al hombre a separarse de los demás hombres.
Babilonia es el símbolo de
la soberbia, Dios castiga esta soberbia, confundiendo sus lenguas.
Hay quien ve el pecado es
los cultos estelares que el autor sagrado trata de repudiar. Los zigurats babilónicos
tenían en la cima un templo en el que se celebraban ritos mágicos para atraer
la benevolencia de la divinidad. El autor sagrado quiere afirmar que sólo Dios
proporciona la salvación.
3.6.- GENEALOGÍAS (4,17 a 5,32: 10:11,
10-32)
En estas genealogías, sean
completas o sólo restos, hay que destacar la longevidad de los personajes y la
común desembocadura en el diluvio. No hay que pretender encontrar aquí ni
historia ni cronología.
En la genealogía posterior
al diluvio cabe observar que el pueblo hebreo queda encuadrado dentro del
conjunto de la humanidad como un pueblo cualquiera, sin privilegio alguno por
parte de la divinidad.
4.- MENSAJE
Recapitulando, vemos que
estos once primeros capítulos del Génesis pretenden, ante todo, transmitir este
mensaje de salvación¨
1.-
Dios es el creador de todas las cosas. La creación es buena. Israel debe
observar el descanso del sábado, a imitación de Dios.
2.-
Supremacía del hombre sobre el resto de la creación. El orgullo es la causa del
pecado del “hombre”.
3.-
El hombre se enfrentó con Dios y se enfrenta con su hermano; este pecado es
también contra Dios.
4.-
La universalidad del pecado y la infinita misericordia de Dios. Siempre hay que
mantener la esperanza.
5.-
La soberbia lleva a la separación de Dios y a la discordia y el enfrentamiento
de la humanidad.
6.- Los
largos años son una bendición de Dios, al aumentarse el pecado disminuye la edad.
Lo mismo que los sabios de la corte de Salomón, el hombre de hoy, el hombre de siempre, sigue haciéndose las mismas preguntas, y siguen siendo válidas las mismas respuestas, aunque, en algunos casos habrá que superar su mentalidad.
Lo mismo que los sabios de la corte de Salomón, el hombre de hoy, el hombre de siempre, sigue haciéndose las mismas preguntas, y siguen siendo válidas las mismas respuestas, aunque, en algunos casos habrá que superar su mentalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario