84.- EL LIBRO DE JOB

 Este maravilloso libro poético-didáctico que ocupa un lugar destacado, no sólo dentro de la Biblia, sino también entre las obras maestras de la literatura universal,  está dedicado a la reflexión sobre el sufrimiento del hombre justo.

El libro consta de:

Prólogo ( cap. 1-2) carácter narrativo. El relato cuenta como Job vivía feliz siendo fiel servidor de Dios y poseyendo riquezas. Dios permitió que Satán le tentase para probar su fidelidad y todo lo soporta Job con paciencia sin maldecir a Dios.

Tanto Job como sus amigos ignoran el motivo de esta prueba, porque no han asistido al diálogo del Señor con "el Maligno", esa especie de acusador público en la corte celestial, que se resiste a creer en la virtud desinteresada. Hasta su esposa le invita a maldecir a Dios. También aparecen tres amigos de Job que intentan consolarle (Elifaz de Temán, Bildad de Suar y Sofar de Naamá).

El prólogo quiere destacar la justicia de Job y la causa de sus padecimientos. Estos no son consecuencia del pecado, sino una prueba permitida por Dios, para mostrar que su servidor lo ama desinteresadamente y no por los bienes que recibe de él. Así queda abierto el debate que se desarrolla en el resto del Libro.

Cuerpo (cap 3,1-42,6), carácter poético. Consta de un triple ciclo de diálogos, unos discursos finales en forma de soliloquios. Discurso de Elihu, intentando justificas el proceder de Dios, la forma es ampulosa (32-37); discurso de Yahwéh, en teofanía, no da respuesta ya que el hombre no tiene derecho a llamar a juicio a Dios (38,1-42,6).

¿Por qué sufre el hombre justo en esta vida? Es el problema planteado.

El autor encarna la historia en un hombre irreprochable y de acrisolada virtud que sufre las penalidades más terribles: pérdida de la hacienda, de los hijos y de la propia salud. Aún así, acepta resignado las pruebas, porque todo viene de Dios, lo bueno y lo malo.

No se puede comprender el libro de Job sin tener en cuenta la enseñanza tradicional de los "sabios" israelitas acerca de la retribución divina. La tesis tradicional en la sociedad israelita es que Dios, en esta vida, premia la virtud y castiga el vicio. A los cumplidores de la Ley divina les concede toda clase de bienes temporales, mientras que a los malvados les espera la muerte prematura, la pérdida de los bienes y la esterilidad. Se establece, por tanto, una relación de causa y efecto entre el pecado y el sufrimiento.

Sin embargo, llegó el momento en que esta doctrina comenzó a hacerse insostenible, ya que bastaba abrir los ojos a la realidad para ver que la justicia y la felicidad no van siempre juntas en la vida presente.  

Pero el autor no se contenta con poner en tela de juicio la doctrina tradicional de la retribución. Al reflexionar sobre las tribulaciones de Job, critica la sabiduría de los antiguos "sabios" y la reduce a sus justos límites. Aquella sabiduría aspiraba a comprenderlo todo: el bien y el mal, la felicidad y la desgracia, la vida y la muerte.     

La historia del justo Job será la prueba irrefutable de que la tesis tradicional no se cumple en todos los casos y, por tanto, no deben aventurarse juicios temerarios sobre la culpabilidad del que sufre. Esta es la conclusión del libro.

Epilogo (cap 42,7-17), en prosa. Dios censura a los amigos de Job y a éste le devuelve los bienes, en mayor abundancia.

El enigma del sufrimiento del justo queda sin resolver. El autor desconoce que los sufrimientos de esta vida serán recompensados con los gozos de la vida eterna. Esta perspectiva no aparece en la Biblia hasta el siglo II a.C., en el libro de la Sabiduría.

El epílogo responde a las exigencias del prólogo y a Job le son devueltos sus bienes y por duplicado, y lo mismo sus hijos, quedando el “santo varón”  plenamente rehabilitado.

Todo esto da a entender que se trata de un relato didáctico, redactado para demostrar la tesis de que no hay conexión necesaria entre el pecado y el sufrimiento.

¿Obra real o ficción literaria?

Aunque la tradición lo ha entendido comúnmente como un relato histórico, las peculiaridades literarias del libro insinúan que puede tratarse de una composición didáctica artificial elaborada en función de una tesis teológica.

Así, en el prólogo hay detalles que no se pueden entender literalmente: el consejo de Dios con los ángeles, la presencia de Satán, sucesión automática de calamidades sobre Job,  el silencia de los tres amigos durante siete días con sus noches, sentados a su lado, antes de iniciar un ciclo de discursos y la intervención de Dios desde el torbellino.
Ver el texto del libro de Job