Jesús es un personaje histórico.
Jesús
no es un mito, ni una idea, ni una invención de la primitiva comunidad
cristiana.
“La
historia la entendemos en sentido pleno; como ámbito de un hecho acaecido en un
tiempo determinado, en un espacio y en un contexto sociopolítico. En segundo
lugar, como lugar de revelación y de realización del designio salvífico de Dios”.
Por
ser Jesús un personaje histórico, debe ser acogido por cristianos y no
cristianos, creyentes o no, en cuanto al aspecto de modelo humano. La historia
crítica de Jesús da respuesta a los escépticos y a los que niegan su misma
existencia.
Es
más, la historia de Jesús, sus palabras, gestos y acontecimientos son, al mismo
tiempo, historia de salvación, es decir, lugar de revelación y de realización
del plan salvífico de Dios para todos los seres humanos.
¿Los
Evangelios son históricamente fiables?
“El
gran acontecimiento, que los historiadores no cristianos se limitan a
mencionar, alcanza luz plena en los escritos del Nuevo Testamento, que, aun
siendo documentos de fe, no por ello son menos atendibles, en el conjunto de
sus relatos, como testimonios históricos”.
La
historicidad de los Evangelios se deduce también por su comparación con las
biografías griegas y romanas de la época.
Se
han estudiado “vidas” de personajes griegos y romanos, anteriores o posteriores
a Jesús en dos siglos con el siguiente
resultado:
1º
En todas, es importante la atención exclusiva al sujeto, único
protagonista.
2º En las biografías examinadas, los
primeros treinta o cuarenta años de los héroes están tratados muy brevemente,
incluso omitidos; el acento se pone en el periodo decisivo de su vida y muerte.
En las biografías actuales, la vida de los personajes es recorrida
desde el nacimiento hasta la muerte.
3º
No se indica expresamente el carácter del héroe, debe extraerlo el lector de su
dichos y hechos.
En
las biografías actuales, se suele dar el perfil psicológico del biografiado.
¿Son
los Evangelios verdaderas biografías de Jesús?
Es
esta la pregunta que podemos formularnos, a la luz de los estudios críticos
realizados.
En
los Evangelios se dan las tres características propias de las biografías
griegas y romanas de la época:
1ª
Hay un único protagonista: Jesús; y todos los demás personajes giran en torno a
Él.
2ª
Los Evangelios se centran en los tres últimos años de la vida de Jesús, sólo
citan los anteriores muy de pasada.
3ª No hay discursos abstractos sobre los rasgos psicológicos de Jesús; lo que hay son muchas acciones que manifiestan su carácter.
3ª No hay discursos abstractos sobre los rasgos psicológicos de Jesús; lo que hay son muchas acciones que manifiestan su carácter.
Tras
la comparación crítica, es obligado concluir “que los Evangelios son escritos biográficos, aunque con
características diferentes de los modernos”, y que “la tendencia creciente a considerar los Evangelios como biográficos
está justificada, siendo los Evangelios verdaderas y propias vidas de Jesús”.
Los
evangelios son catequesis de la primitiva comunidad
Los cuatro evangelistas, reflejando la catequesis de la primitiva comunidad, escribieron estas “vidas”, interesados en la persona histórica de Jesús, fuente y fundamento de su fe y de su misión de testimoniarla.
“La
narración debe ser vista no tanto como información, sino como auténtica y
compleja obra de comunicación de la fe, de representación de los
acontecimientos salvíficos, de interpelación existencial, de conversión y de
invitación a un apostolado coherente”.
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