Actos humanos y actos del hombre: Actos
humanos son los que proceden de la voluntad deliberada del hombre. Se
contraponen a los “actos del hombre”, que son los hechos sin previa
deliberación actual, como sucede en las acciones hechas en estado de
embriaguez; o los hechos sin deliberación habitual, como sucede en las acciones
de los párvulos y dementes.
La responsabilidad sólo es
aplicable a los actos humanos y no a los
actos del hombre.
Elementos
del acto humano
Para que un acto pueda ser
calificado como humano es necesario que se den en él tres cualidades:
1ª. Que exista un conocimiento intelectual previo.
Hay un axioma filosófico que dice: “Nada se apetece si antes no se conoce”. El conocimiento supone darse cuenta del hecho en sí mismo y del aspecto bajo el cual es apetecido. El conocimiento del hecho es el primer requisito para que el acto pueda ser humano, sin tal conocimiento el acto será un “acto del hombre”, tal como queda indicado más arriba.
2ª. Que sea un acto voluntario
Es decir, que el acto proceda efectivamente de la voluntad del sujeto. El objeto del acto y el aspecto bajo el cual ese objeto es apetecido debe ser querido por la voluntad del sujeto. No basta, para que haya acto humano, que el entendimiento conozca el objeto del acto, debe además ser aceptado y querido por la voluntad.
3ª. Que sea un acto libre
Es decir, que el sujeto tenga la posibilidad de elegir esa cosa y bajo ese aspecto con preferencia a otra cosa o a otro aspecto. Obrar con libertad es obrar sin necesidad, tanto interna como externa. La falta de libertad interna del propio sujeto puede estar causada por las apetencias desordenadas que, llevadas al extremo, pueden incidir en una falta de libertad.
1ª. Que exista un conocimiento intelectual previo.
Hay un axioma filosófico que dice: “Nada se apetece si antes no se conoce”. El conocimiento supone darse cuenta del hecho en sí mismo y del aspecto bajo el cual es apetecido. El conocimiento del hecho es el primer requisito para que el acto pueda ser humano, sin tal conocimiento el acto será un “acto del hombre”, tal como queda indicado más arriba.
2ª. Que sea un acto voluntario
Es decir, que el acto proceda efectivamente de la voluntad del sujeto. El objeto del acto y el aspecto bajo el cual ese objeto es apetecido debe ser querido por la voluntad del sujeto. No basta, para que haya acto humano, que el entendimiento conozca el objeto del acto, debe además ser aceptado y querido por la voluntad.
3ª. Que sea un acto libre
Es decir, que el sujeto tenga la posibilidad de elegir esa cosa y bajo ese aspecto con preferencia a otra cosa o a otro aspecto. Obrar con libertad es obrar sin necesidad, tanto interna como externa. La falta de libertad interna del propio sujeto puede estar causada por las apetencias desordenadas que, llevadas al extremo, pueden incidir en una falta de libertad.
La
falta de libertad externa, como indica la misma palabra es la causada por
agentes externos al propio sujeto, que obra impelido por la fuerza; esta falta
de libertad impide totalmente el acto humano.
Impedimentos
del acto humano
Los
impedimentos del acto humano son las causas que, de alguna manera, modifican sus
elementos. Son los siguientes:
1º La ignorancia, que modifica el conocimiento intelectual; a ella se equiparan la inadvertencia y el olvido.
1º La ignorancia, que modifica el conocimiento intelectual; a ella se equiparan la inadvertencia y el olvido.
La
ignorancia es la falta de un saber que el sujeto debería tener. La ignorancia
puede ser vencible o invencible, según pueda quitarse o no con
una diligencia razonable.
Hay
obligación de superar la ignorancia vencible, pues, basta con poner los medios
razonablemente adecuados. Nadie está obligado a vencer su ignorancia si para
ello tiene que emplear medios extraordinarios. La enseñanza de los Colegios,
Institutos y Universidades cumplen la misión de ayudar a vencer la ignorancia
de los alumnos en los diversos campos del saber humano.
La
ignorancia invencible afecta al conocimiento intelectual e impide totalmente la
voluntariedad y, por tanto, excusa de
falta; no excusa, sin embargo, del efecto jurídico de nulidad, si lo
hubiere en ese acto concreto.
2º La concupiscencia, considerada como tendencia desordenada del apetito sensitivo que busca un bien o rehuye un mal sensible, modifica la voluntariedad. Interesa la concupiscencia antecedente o simultánea al acto de la voluntad, que son las que pueden influir en el mismo.
3º El miedo es la vacilación del ánimo ante la perspectiva de un peligro próximo o remoto para sí o para los allegados. Tanto la concupiscencia como el miedo raras veces privan del uso de la razón y, por tanto, casi nunca destruyen del todo la libertad, pero siempre la disminuyen.
4º La violencia recibida modifica la misma realización del acto humano, pues el que ejerce la violencia obliga al violentado a hacer algo contra su voluntad.
2º La concupiscencia, considerada como tendencia desordenada del apetito sensitivo que busca un bien o rehuye un mal sensible, modifica la voluntariedad. Interesa la concupiscencia antecedente o simultánea al acto de la voluntad, que son las que pueden influir en el mismo.
3º El miedo es la vacilación del ánimo ante la perspectiva de un peligro próximo o remoto para sí o para los allegados. Tanto la concupiscencia como el miedo raras veces privan del uso de la razón y, por tanto, casi nunca destruyen del todo la libertad, pero siempre la disminuyen.
4º La violencia recibida modifica la misma realización del acto humano, pues el que ejerce la violencia obliga al violentado a hacer algo contra su voluntad.
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