jueves, 1 de septiembre de 2011

4.- EL MISTERIO DE LA IGLESIA

Propongo reflexionar hoy sobre un documento del Concilio Vaticano II. Para empezar, he tomado los cinco primeros números de la Lumen Constitución Dogmática sobre la Iglesia, la llamada Lumen Gentium (LG).
Textos de la Constitución Dogmática:
Para mayor claridad, sólo he tomado de cada número los párrafos más significativos y sobre ellos debemos hacer nuestra reflexión.
Número 1:
(1) Por ser Cristo luz de las gentes, este sagrado Concilio desea iluminar a todos los hombres con su claridad,
(2) que resplandece sobre la faz de la Iglesia anunciando el Evangelio a toda criatura (Mc 16,15)
(3) y como la Iglesia es en Cristo como un sacramento o señal e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano,
(4) se propone declarar, con toda precisión, a sus fieles y a todo el mundo su naturaleza y su misión universal.
Número 2:
(1) El padre eterno... decretó elevar a los hombres a la participación de la vida divina
(2) y, caídos por el pecado de Adán, no los abandoné, dispensándolos siempre su ayuda, en atención a Cristo Redentor.
(3) Determinó convocar a los creyentes en Cristo en la santa Iglesia, ya prefigurada desde el origen del mundo, preparada en la historia del pueblo de Israel y en el Antigua Testamento.
Número 3:
(1) Vino el Hijo, enviado por el Padre y.. en cumplimiento de su voluntad, inauguró en la tierra el reino de los cielos, nos reveló su misterio y efectuó la redención.
(2) La Iglesia o Reino de Cristo crece visiblemente en el mundo por el poder de Dios.
(3) Cuantas veces se renueva sobre el altar el sacrificio de la cruz, se efectúa la obra de nuestra redención.
(4) En el sacramento del pan eucarístico se representa y se reproduce la unidad de los fieles, que constituyen un solo cuerpo con Cristo.
(5) Todos los hombres son llamados a esta unión con Cristo.
Número 4:
(1) Consumada la obra que el Padre confió al Hijo en la tierra, fue enviado el Espíritu Santo para que santificara a la Iglesia.
(2) El Espíritu Santo habita en la Iglesia y en los corazones de los fieles
(3) Con diversos dones jerárquicos y carismáticos dirige y enriquece a la Iglesia con todos sus frutos,
(4) guiándola hacia toda la verdad y unificándola en comunión y ministerio.
Número 5:
(1) Jesús fundamentó su Iglesia predicando la Buena Nueva, es decir, el Reino de Dios, que comienza a manifestarse como una luz delante de los hombres, por las palabras, por las obras y por la presencia de Cristo.
(2)La Palabra de Dios de compara a una semilla depositada en el campo, quienes la reciben y se unen a la pequeña grey de Cristo, reciben el Reino.
(3)Resucitado Jesús, después de morir en la cruz, apareció constituido para siempre como Señor, como Cristo y como Sacerdote, y derramó sobre sus discípulos el Espíritu prometido.
(4)Por eso, la Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador, recibe la misión de anunciar el Reino de Cristo y de establecerlo en medio de todas las gentes.


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