jueves, 23 de mayo de 2019

142.- DE ADÁN A JESUCRISTO. CAPÍTULO 15: IMPERIOS REINANTES EN JUDEA


Desde su retorno a Judea, los judíos tuvieron que soportar una serie de reyes pertenecientes a diversos imperios: Persa-Aqueménida, Griego- Macedonio, Seléucida y Romano.

1.- IMPERIO PERSA AQUEMÉNIDA (539 a.C.-330 a.C.)

Ciro II el Grande (552 a.C. - 530 a. C.) fue el fundador del Imperio Persa Aqueménida, el mayor imperio conocido hasta ese momento. Entre sus numerosas conquistas está la del Imperio Babilónico el año 539 a.C. que controlaba Mesopotamia y tenía como súbditos a los reinos de Siria, Judea, Fenicia y partes de Arabia.
Ciro puso fin al Imperio Babilónico que desapareció como reino independiente
Ciro falleció el año 530 a. C.; pero, su imperio sobrevivió 200 años, hasta la muerte del último rey aqueménida, Darío III (330 a.C.)
Los diferentes pueblos del imperio aqueménida, especialmente los más antiguos, asirios, babilonios, judios o egipcios, disfrutaron de gran autonomía y conservaron sus costumbres, sus instituciones, su lengua y su religión, mientras que la administración la controlaban los persas.
Después de la conquista de Mesopotamia, la lengua más usada en la administración del Imperio persa fue el arameo.
El profeta Isaías llama a Ciro “ungido de Yavé” (Is 45,1).
¿Cómo puede ser ungido de Yavé un rey pagano? Yavé eligió a Ciro para ejecutar sus planes sobre los pueblos, para ser el ministro de su justicia sobre Babilonias y de su misericordia sobre los judíos. Yavé obra así “para que sepas que yo soy el Dios de Israel...aunque tú no me conocías...fuera de mí no hay ningún otro” (Is 45,3.5).
Deducción lógica: Dios se sirve, incluso de los que no le conocen, para llevar a buen término su designio de salvación.
Ciro no se hizo judío; era un politeísta que creía en los dioses de todos los pueblos; su política era tenerlos a todos contentos. Se presentó como el “salvador” de las naciones conquistadas y cooperó con sus élites.
En este contexto, el año 538 a.C. promulgó un edicto permiendo la vuelta de los judíos a Jerusalén (Esd 1,2-4) y la reconstrucción del Templo, para lo que les entregó cuantiosas ayudas económicas para cubrir los gastos.
Este edicto otorgó a Judá un estatuto de semiautonomía, probablemente para tener un “estado tapón” que sirviera a Ciro de parapeto contra el, por entonces, creciente poder de Egipto.
Ciro se ganó el apoyo de los sacerdotes de Babilonia protegiendo el culto al dios Marduk y restaurando templos. Falleció en julio del año 530 a.C. en Asia Central.

2.- IMPERIO GRIEGO-MACEDONIO (330 a.C.-312 a.C.)
Alejandro Magno
Imperio de Alejandro Magno
Nació en Pela (Grecia) en el 356 a.C. Sucedió a su padre Filipo II de Macedonia, asesinado el año 336 a.C.
Alejandro subió al trono de Macedonia a la edad de 20 años y continuó con el plan paterno de conquistar el Imperio aqueménida, regido por Darío III, lográndolo en el año 330 a. C.
Alejandro vivió 32 años y extendió su imperio desde Grecia hasta el río Indo, por el Este, y hasta Egipto por el Oeste, donde fundó la ciudad de Alejandría el año 331 a.C., en ella brilló la Biblioteca, que fue la más grande del mundo.
Entre sus muchas conquistas está Judea, en el año 333 a.C., que lo recibió como un libertador, por librarlos de los persas.
En el año 331 a.C., Alejandrto invadió Persia conquistando las principales ciudades, Susa, Persépolis y Ecbatana.
Alejandro murió en Babilonia, el 13 de junio del 323 a.C., poco antes de cumplir 33 años de edad.
Al no tener heredero el imperio, tras veintidós años de luchas e intrigas entre los generales de Alejandro, fue dividido en satrapías, a cargo de Lisímaco, que gobernó en Asi Menor y Tracia; Casandro, que gobernó enn Macedonia; Ptolomeo I Soter, que gobernó en Egipto, Jerusalén y Judea, y Seleuco I Nicátor que gobernó en Babilonia y Siria.
A los judíos les fue bien bajo Ptolomeo, pues les permitió gobernarse y practicar su religión.

3.- IMPERIO SELÉUCIDA (312 a.C.-164 a.C.)
En el año 312 a.C., Seleuco I Nicátor se estableció en Babilonia y fundó la Dinastía Seléucida.
Uno de sus sucesores, Antíoco III el Grande, venció a Ptolomeo V Epífanes de Egipto y puso bajo el dominio sirio a Jerusalén y Judea. En este tiempo Israel quedó dividido en las provincias de Judea, Samaría, Galilea, Perea y Traconítide.
Antíoco III fue derrotado por los romanos, les tuvo que pagar tributo y, para asegurar su cobro, le exigieron que dejase a su hijo Antíoco rehén en Roma. Más tarde, este Antíoco mató a su hermano Seleuco IV Filopátor y se proclomó rey de Siria con el nombre de Antíoco IV Epífanes (175 a.C.-164 a.C.), bajo cuyo reinado tuvo lugar la revuelta de los Macabeos.
Antioco IV Epífanes publicó un decreto que los judíos no podían acatar, pues “debían suprimir en el santuario holocaustos, sacrificios y libaciones, profanar sábados y fiestas, mancillar el santuario, levantar altares, recintos sagrados y templos idolátricos; sacrificar cerdos y animales impuros; dejar a sus hijos incircuncisos; volver abominables sus almas con toda clase de impurezas y profanaciones, de modo que olvidasen la Ley y cambiasen todas sus costumbres” (1 Mac 1,45-49).
Antíoco IV se dispuso a acabar con el culto judío. La persecución fue sangrienta, muchos judíos, hombres y mujeres, murieron por no acatar el decreto y seguir practicando la Ley dada por Yavé. Matatías se sublevó y gritó: “Todo el que sienta celo por la Ley y sostenga la Alianza, que me siga. Y huyeron él y sus cinco hijos a las montañas” (2,27-28).
4.- Dinastía macabea (164 a.C.-134 a.C.)
Estos son los hijos de Matatías: Juan, Simón, Judas, Eleazar y Jonatan. Los macabeos fueron defensores acérrimos de su religión, del monoteísmo, del Templo de Jerusalén y de la independenia de su país.Tras la muerte de Matatías, su hijo Judas Macabeo tomó el mando y emprendió una guerra de guerrillas. “Recorrió las ciudades de Judá y extermino de ellas a los impíos” (3,8).

Antíoco IV, rabioso de ira, ordenó “enviar contra Judea y Jerusalén un ejército que quebrantara y deshiciera las fuerzas de Israel y lo que quedaba de Jerusalén hasta borrar su recuerdo del lugar” (3,35).

Antíoco envió a su comandante Lisias; pero, éste, preocupado por sus asuntos internos prefirió llegar a un compromiso con Judas Macabeo y permitir la libertad religiosa en Judea.

Los judíos se plantearon si seguir o no luchando por la independencia. Judas lideró a los partidarios del sí.
Judas murió el año 160 a.C., y le sucedió en el mando su hermano Jonatán, que ya era sumo sacerdote.
Jonatán murió el 142 a.C., sucediéndole su hermano Simón.
El mismo año 142 a.C., el rey de Siria Demetrio II garantizó la independencia política completa de Judea, la cual se mantuvo hasta el año 63 a.C., cuando el general romano Pompeyo sometió todo el reino judío al Imperio Romano.

5.- DINASTÍA ASMONEA (134 a.C.-63 a.C.)
Simón fundó, en el 134 a. C., la dinastía asmonea; fue asesinado el año 135 a.C. Los reyes asmoneos eran ambiciosos y deseosos de un gran poderío militar, lo que les llevó a muchas intrigas, traiciones y luchas fratricidas. Simpatizaron con los aristocráticos saduceos.
Juan Hircano I sucedió a su padre Simón y reinó del 134 a.C. al 104 a. C. Conquistó Idumea y obligó a los idumeos a convertirse al judaísmo; aunque el futuro Herodes I el Grande solo lo pracicaba cuando estaba en Judea.
Juan Hircano II destruyó el Templo del monte Garizim y, desde entonces, no hubo trato entre los judíos y los samaritanos.
Le sucedió su hijo Aristóbulo I, que falleció el año 103 a C.
Le sucedió su hermano Alejandro Janeo, que gobernó hasta el 76 a.C.
Le sucedió su mujer Salomé Alejandra, que gobernó hasta el 67 a.C. Simpatizó con los
fariseos que eran más cercanos al pueblo que los saduceos y la reina fue apreciada por el pueblo.
Tuvo dos hijos: Hircano II y Aristóbulo II.
Murió Salomé y dejó el reino a su hijo Hircano II que era el mayor y tenía el título de Sumo Sacerdote. No agradó esto a su hermano y estalló una guerra civil entre ambos.
Aristóbulo II venció a Hircano II en Jericó y acordaron que él se quedaría con los titulos de rey y sumo sacerdote, mientras que Hircano II se retiraría a una vida tranquila.

6.- IMPERIO ROMANO (63 a.C.-
En el año 63 a.C, el general romano Pompeyo se aprovechó de la guerra civil asmonea y conquistó Israel, convirtiéndole en reino tributario de Roma y originando la Dinastía Herodiana.
Dinastía Herodiana (63 a. C.-92 d.C.)
Antípatro de Idumea era un funcionario del rey Hircano II que logró tener muy buenas relaciones con el general Pompeyo cuando éste conquistó Judea.
Antípatro se manifestó como un hábil redaudador de impuestos leal a Roma. Tras la muerte de Pompeyo, Antípatro dió su apoyo a César y éste le declaró ciudadano romano, le libró de impuestos y le nombró Procurador romano de Judea. Con tal poder, nombró a su hijo Fasael Gobernador de Judea y a su hijo Herodes Gobernador de Galilea.
Fue asesinado por los coperos de Hircano II.
Herodes I el Grande, hijo de Antipatro, fue designado por el Senado romano rey de Judea, Galilea, Samaría e Idumea, como vasallo de Roma. Reinó entre los años 37 a.C.- 4 a.C.
Es citado en el Evangelio de San Mateo en relación con: el nacimiento de Jesús y los magos de oriente (Mt 2,1), la matanza de los inocentes (2,13), y la propia muerte de Herodes (2,19.
El emperador Augusto, en el año 3 a.C. dividió la provincia Siria Romana entre los sucesores de Herodes I: A Herodes Arquelao le nombró tetrarca de Judea, Idumea y Samaría. Gobernó diez años, hasta el 6 d.C. Es citado en Mt 2,22
Herodes Antipas, tetrarca de Galilea y Perea. Gobernó hasta que el emperador Calígula lo exiló a España en el 39 d.C.
El evangelio de San Marcos le cita al relatar los acontecimientos de la muerte de Juan el Bautista (Mc 6,14-29).
Herodes Filipo tetrarca de Batanea, Gualanítide, Traconítida y Auranitide, gobernó hasta su muerte en el 34 d.C.. Según Mc 6,18, se había casado con Herodías.
Herodes Agripa I, nieto de Herodes I el Grande es citado en los Hechos de los Apóstoles, cap. 12: persecución a los miembros de la Iglesia (12,1-3), su muerte (12,23). Su hijo Herodes Agripa II fue el último rey de la dinastía herodiana, falleció el 92 d.C.

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