¿Quienes son los jueces?
Débora y Barac |
Tras la distribución de la tierra de Canaán entre las tribus de Israel hecha por Josué, cada tribu ejerció su autonomía según su propio parecer. “Entonces no había rey en Israel y cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jue 17,6).
La conquista no estaba totalmente asentada y cada tribu de Israel se vio en la necesidad de seguir luchando o pactar con los pueblos conquistados. Por esta necesidad surgieron los jueces o caudillos que guiaron a una o a varias de las tribus israelitas. Ningún juez gobernó sobre todas las tribus, ni se planteó volver a la unidad vivida con Josué; esta unidad volverá en tiempos de los Reyes.
El tiempo de los jueces se extiende desde la muerte de Josué hasta el inicio de monarquía en Israel (s. XIII-XI a.C.). Son unos 350 años de declive del pueblo de Israel. A esta época pertenece el Ligro de Rut.
Jueces y reinados
1. Otoniel: Juzgó en Israel durante 40 años. Sobrino de Caleb. (Jue 3,7-11). Conquistó a los cananeos Quiriat Sefet por lo que Caleb, cumpliendo su promesa, le entregó como esposa a su hija Acsa (Jos 15,17).
2. Aod: Juzgó en Israel durante 80 años. Asesinó con astucia a Eglón, rey de Moab que, en unión con los hijos de Ammón y con Amalec, atacó a Israel (Jue 3,12-30).
3. Samgar: Derrotó a los filisteos con una aijada de bueyes (Jue 3,31).
4. Débora: Juzgó en Israel durante 40 años (Jue caps. 4-5). Débora fué una profetisa, mujer de Lapidot, que gozó de gran crédito en la montaña de Efraím e hizo de juez-árbitro para dirimir los pleitos del pueblo. Llamó a Barac para que combatiese a Sísara, jefe del ejército de Yabín, que, finalmente, fue asesinado por Jael, la mujer de Jéber (4,21).
5. Gedeón: Juzgó en Israel durante 40 años (Jue caps. 6-8). Durante siete años los madianitas devastaban las tierras de Israel, hasta el extremo de tener que ocultarse en las cuevas de las montañas y quedarse sin ovejas, bueyes y asnos. Gedeón es un campesino que, elevado a jefe militar, derrota a Madián. Tras la victoria, los hombres de Israel quisieron hacerle rey, pero Gedeón les dijo: “No seré yo el que reine sobre vosotros, ni mi hijo; Yavé será vuestro rey” (Jue 8,23). Tuvo Gedeón setenta hijos, pues tenía muchas mujeres y con una concubina tuvo a Abimelec (8,30-31)
6. Abimelec: Dominó 3 años sobre Israel (Jue 9,22) Muchos le consideran un bandido y no un juez.(Jue cap. 9). Conspiró contra sus setenta hermanos de padre y los asesinó, valiéndose de “hombres vagos y perversos a sueldo” (Jue 9,4).
7. Tola: Juzgó en Israel durante 23 años. Habitó en Samir, en los montes de Efraím (Jue 10,1- 2).
8. Jaír: Juzgó en Israel durante 22 años, vivió en el país de Galaad y tuvo treinta hijos (Jue 10,3-5).
9. Jefté: Juzgó en Israel durante 6 años (Jue 10,6 – 12:7). Jefté es hijo de Galaad y una prostituta (11,1). Los hijos de Galaad dijeron a Jefté: “Tú no vas a heredar en la casa de nuestro padre, pues eres hijo de otra mujer” (11,2). Jefté huyó y se le unió una banda de malhechores (11,3).
Al cabo del tiempo, los hijos de Ammón combatieron contra Galaad y sus ancianos fueron a buscar Jefté, diciéndole: “Ven, tú serás nuestro jefe en la guerra contra los hijos de Ammón” (11,6). “Partió Jefté con los ancianos y le hicieron su jefe y caudillo” (11,11).
Jefté avanzó contra los hijos de Ammón y los batió. “Fue una gran derrota y los hijos de Ammón quedaron humillados ante los hijos de Israel” (Jue 11,33).
10. Abesán: Juzgó en Israel durante 7 años. Era de Belén, tuvo treinta hijos y otras tantas hijas, a las que casó con hombres de fuera y de fuera trajo también treinta mujeres para sus hijos. (Jue 12,8-9).
11. Elón: Juzgó en Israel durante 10 años. Era de la tribu de Zabulón (Jue 12,11-12).
12. Abdón: Juzgó en Israel durante 8 años. Tuvo cuarenta hijos (Jue 12,13-15).
13. Sansón: Juzgó en Israel durante 20 años. Fue hijo de Manóaj, de la tribu de Dan, casado con un mujer estéril y que, siendo bendecida por Yavé,”parió un hijo y le dió el nombre de Sansón” (Jue 13,24).
Sansón y Dalila |
Sansón fue escogido por Yavé para liberar a Israel del poder de los filisteos; para lo cual vivió toda su vida en consagración legal o nazareato que implicaba tres cosas: “la navaja no tocará su cabeza” (13,5), “no tome nada de cuanto produce la vid y no coma nada inmundo” (Jue 13,14).
Sansón poseía una fuerza extraordinaria, ligada a su consagración como nazareo. La perdió cuando confió a Dalila, su mujer que era filistea, el secreto: “Nunca ha tocado mi cabeza la navaja… si me rapasen, perdería mi fuerza” (Jue 16,17).
Sansón derriba las columnas |
Así sucedió: Dalila contó el secreto a los suyos, quienes le raparon la cabeza, le sacaron los ojos y le llevaron a Gaza, le encadenaron y le pusieron a dar vueltas a la rueda de un molino (Jue 16,21). Con el tiempo, le volvió a crecer el pelo.
Los filisteos hicieron una gran fiesta en honor de Dagón, su dios y llevaron a Sansón para que les divirtiera. Se apoyó Sansón para descansar en las columnas de la casa, que estaba llena de hombres y mujeres e invocó a Yavé. “Señor,Yavé, acuérdate de mí, devuélveme la fuerza sólo por esta vez, para que me vengue de los filisteos por mis dos ojos” (Jue 16,28). Se agarró a las dos columnas y grito: “¡Muera yo con los filisteos! (Jue 16,30). Y la casa se hundió sobre los filisteos reunidos.
Los cuatro tiempos del libro de los Jueces
En los episodios referidos en Jueces se percibe una visión global de la época, en cuatro tiempos:
Primero: Fidelidad del pueblo a Yavé. Durante el gobierno de cada juez se vive en paz y prosperidad (Jue 3,11.30); 5,32; 8,28).
Segundo: Infidelidad del pueblo a Yavé. A la muerte del juez, “los hijos de Israel volvieron a hacer el mal a los ojos de Yavé” (Jue 4,1 y 13,1); “se apartaron de Yavé … y se fueron tras otros dioses… los dioses de los pueblos que los rodeaban… sirvieron a Baal y Astarté” (Jue 2,12-13). (Jue 3,7 y 10,6).
Tercero: Por la infidelidad de Israel, aparece la cólera de Yavé, que los entrega en manos de sus enemigos (Jue 2,14, 20.21; 3,8; 4,2; 10,7).
Cuarto: Arrepentimiento de Israel y petición de auxilio a Yavé. “Clamaron a Yavé los hijos de Israel” (Jue 3,9. 15; 4,3; 6,6). Yavé suscita un nuevo juez que los liberta (Jue 2,16; 3,9.15) e Israel recupera la libertad y vida tranquila durante un tiempo (Jue 3,11; 5,32; 8,28).
Este ciclo en cuatro tiempos y su constante repetición muestran claramente tanto la inconstancia, en la fidelidad y en el arrepentimiento de Israel, como el amor y la misericordia de Yavé que perdona, una y otra vez, fiel a su designio de salvación, manifestado en las promesas hechas a los antepasados de Israel. Esta constante alternativa de pecado y castigo, conversión y misericordia, es el tema principal del libro. “En muriendo el juez, volvían a corromperse más todavía que sus padres, yéndose tras de los dioses extraños para servirlos y adorarlos, sin dejar de cometer sus crímenes” (Jue 2,29).
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